Un humedal es un ecosistema complejo caracterizado por la inundación o saturación del suelo, lo que genera ambientes con bajo oxígeno que favorecen un conjunto especializado de plantas, animales y microbios adaptados para tolerar períodos con agua estancada o de movimiento lento. Los humedales suelen clasificarse según el tipo de suelo y vida vegetal en turberas, pantanos, ciénagas y otros entornos similares.
La ecología de humedales es un campo relativamente nuevo en la ecología, desarrollado principalmente a partir de leyes y regulaciones implementadas en la década de 1970. El término "humedal" se utilizó formalmente por primera vez en 1953, en un informe del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos (USFWS), que sirvió de base para una publicación posterior sobre hábitats de aves acuáticas en Estados Unidos. Desde entonces, ecologistas y funcionarios han definido los humedales de diversas maneras. Aunque no existe una definición única y formal, la del Convenio de Ramsar, un tratado intergubernamental firmado en Ramsar, Irán, en 1971 para guiar medidas de conservación de humedales, es una de las más citadas:
“Áreas de marismas, pantanos y turberas o superficies cubiertas de agua, sean estas naturales o artificiales, permanentes o temporales, con agua estancada o corriente, dulce, salobre o salada, incluidas las áreas de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda los seis metros.”
Esta definición también abarca aguas abiertas utilizadas por aves, lo que inspiró la protección inicial de humedales y sitios acuáticos asociados.
Origen de los humedales
La evidencia de las primeras plantas de humedales se remonta al período Ordovícico (hace 485,4 a 443,8 millones de años), cuando las primeras plantas terrestres, que dependían de sustratos húmedos, comenzaron a colonizar la tierra. Las plantas de humedales y los animales asociados continuaron evolucionando, y los primeros pantanos y ciénagas aparecieron en el período Devónico (hace 419,2 a 358,9 millones de años). Durante el período Carbonífero (hace 358,9 a 298,9 millones de años), los pantanos dominaron vastas regiones, como el sur de América del Norte, y hábitats similares caracterizaron partes de las eras Mesozoica y Cenozoica (desde hace 252,2 millones de años hasta el presente).
Las comunidades de humedales dependen del acceso al agua líquida. A lo largo de la historia geológica, la disponibilidad de agua ha variado según el clima local y global, la latitud, la elevación, las estaciones y la distancia a cuerpos de agua y aguas subterráneas. Como resultado, los humedales de diferentes partes del mundo son producto de diversas condiciones.
Durante la época del Pleistoceno (hace 2,6 millones a 11.700 años), la glaciación preparó paisajes para el desarrollo de humedales actuales. El movimiento de los glaciares esculpió el paisaje, y su peso deprimió la corteza terrestre, creando áreas bajas como las tierras bajas de la bahía de Hudson en Canadá. Estas zonas, con extensos humedales alimentados por aguas subterráneas y precipitaciones, han continuado expandiéndose debido al levantamiento isostático tras el retiro de los glaciares.
En las regiones no glaciadas, como los trópicos, los humedales se formaron bajo condiciones climáticas ligeramente diferentes y podrían estar cambiando con el clima actual. Por ejemplo, los bosques de turberas de Indonesia se desarrollaron sobre turba acumulada durante un período más húmedo hace miles de años, aunque las condiciones actuales permiten su degradación en algunas áreas.
Distribución geográfica de los humedales
Los humedales se encuentran en todo el mundo, en todos los biomas o zonas de vida principales. Algunos, como las marismas intermareales, son zonas de transición entre agua abierta y tierra. Otros, como los "prairie potholes" de América del Norte central, dependen principalmente de precipitaciones o aguas subterráneas y no están asociados a cuerpos de agua específicos.
Los humedales son más abundantes en regiones boreales y tropicales, aunque también existen en regiones templadas y desérticas. Por ejemplo, las turberas de Borneo y la Amazonia peruana están dentro del bioma de selva tropical. En la tundra sin árboles de Alaska y Canadá, los humedales están sustentados por el permafrost, mientras que los pantanos de Mesopotamia, en la confluencia de los ríos Tigris y Éufrates, representan ejemplos de humedales en biomas desérticos.
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