¿Cómo eligen los países sus capitales?

Londres, Inglaterra. Tokio, Japón. Buenos Aires, Argentina.

Todas estas ciudades figuran en nuestras listas de lugares para visitar, y también son capitales nacionales, siendo cada una la sede del gobierno de su país.

Pero, ¿cómo se eligen las capitales?

La ubicación suele ser clave. Muchos países eligen una capital geográficamente central para enfatizar la equidad de su gobierno; de esta manera, la capital no parece estar inclinada hacia una región en particular. Por ejemplo, Madrid está ubicada casi exactamente en el centro de España (y, llevándolo un paso más allá, en el centro de la Península Ibérica). Cuando Nigeria decidió construir una nueva ciudad como capital, eligió Abuja, que fue formalmente declarada capital en 1991, en el centro del país, simbolizando unidad en una nación a menudo considerada dividida por su geografía.

Cuando un país prefiere elegir una ciudad ya existente como su capital en lugar de construir una completamente nueva, la población puede ser una preocupación principal. Las capitales a menudo son las ciudades más pobladas de un país. Hoy en día, Seúl, Corea del Sur, alberga casi el 20 % de los habitantes del país; Lima, Perú, y Santiago, Chile, son el hogar de aproximadamente una cuarta parte de la población de sus países. 

De hecho, cuando estas ciudades fueron originalmente elegidas como capitales, ya eran los principales centros de población de sus países, aunque en porcentajes menores a los actuales. En 1949, poco después de la fundación de Corea del Sur, Seúl tenía una población de 1.45 millones, equivalente al 7.2 % de la población total del país. En vísperas de la independencia peruana, en 1820, Lima contaba con unos 64,000 habitantes de un total de 1.37 millones en el país. Ese mismo año, después de la independencia chilena, Santiago albergaba aproximadamente 46,000 habitantes de los 800,000 totales en Chile.

Una capital también puede ser el resultado de un compromiso político, como en el caso de Estados Unidos. Inicialmente, los miembros del Congreso propusieron que la capital nacional estuviera en Pensilvania, específicamente en Lancaster o Germantown, entonces un distrito cerca de Filadelfia. Creían que una capital cercana a Filadelfia honraría las raíces revolucionarias del joven país. 

Sin embargo, maniobras políticas detuvieron ese plan: el secretario del Tesoro, Alexander Hamilton, aprovechó las preocupaciones del sur sobre la posibilidad de una capital en el norte (específicamente, los temores de los propietarios de esclavos de que una capital norteña los rodeara e influyera en la abolición de la esclavitud). 

Hamilton prometió una capital en el sur a cambio de votos para su plan de reorganizar financieramente el país. Los estados del sur aceptaron el plan de Hamilton para ayudar a pagar las deudas de guerra contraídas por el norte, y la capital de Estados Unidos se trasladó a un terreno subdesarrollado en Virginia y Maryland, que luego se convirtió en Washington, D.C.

A veces, la elección de una capital por parte de un país ha sido políticamente motivada, pero sin compromiso. El nombre de la capital de Myanmar, Nay Pyi Taw, significa “Morada de los Reyes” en birmano, y el origen de la ciudad refleja su nombre. Su construcción comenzó en 2004, en medio de la caótica transición de Myanmar de un régimen militar a una democracia. Sin embargo, los planificadores de Nay Pyi Taw aparentemente no se preocuparon mucho por la accesibilidad: inicialmente, la ciudad fue diseñada solo para alojar a personal gubernamental y militar.

Finalmente, no todos los países suscriben la idea de tener solo una capital nacional. Bolivia, por ejemplo, tiene La Paz como su capital administrativa y Sucre como su capital constitucional. Sudáfrica tiene tres capitales: su sede administrativa en Pretoria, su sede legislativa en Ciudad del Cabo, y su sede judicial en Bloemfontein.

Sea cual sea la manera en que un país elija su capital, esa ciudad se convierte en un símbolo importante de identidad nacional. Mientras sirve como hogar para sus habitantes y como destino turístico, también representa al país entero frente al mundo.